Mis queridos amigos y hermanos, estoy llegando a ustedes para hacerles llegar un saludo de amor en el Señor Jesucristo, deseándoles un Año Santo de Jubilo y Esperanza!. Siento en mi corazón que este será un año grande en cuanto a la acción prodigiosa del Espíritu Santo en la Iglesia y en cada uno de nosotros como discípulos y servidores. ¡La Puerta santa de La Esperanza ya está abierta! Recibamos con alegría este año Gracia, de Reconciliación personal y familiar, de Paz, de Renovación espiritual como familia de Dios! |